CADIZ C.F. 1 - ATH. BILBAO B 1

HOLA,

Otro año más desastrosa liguilla de ascenso para el Cadiz c.f. que seguirá en el pozo de la segunda división b.

Cádiz CF-Bilbao Athletic (1-1): El Cádiz CF, fiel a su cruda historia reciente

Un gol de Jona a los once minutos permite soñar pero la esperanza se estrella en los palos y Salinas sentencia en el descuento.

El Cádiz CF se mantiene fiel a su cruda historia reciente. Esa que le hunde miserable mente en el pozo de la Segunda B, que le priva de la plata del fútbol profesional y que desespera a una hinchada que siempre culmina el mes de junio inundada en lágrimas.

El equipo amarillo tiraba de orgullo propio y de sensibilidad con su afición para rozar la hombrada, para luchar por un milagro que se antojaba imposible. Lástima que se ahogara en la ría de Nervión, en San Mamés, incapaz de bracear para salvar su honor. En Carranza recupera su actitud, su espíritu de lucha, pero se quedaba de nuevo a un paso del ascenso. Como ocurría con el Lugo, en una jornada tan aciaga como las de Alicante, Anduva, Hospitalet… y ahora Bilbao. Sigue sumando cicatrices.

El gol a los once minutos permitía soñar. También dos balones a los palos de Villar, y muchas ocasiones de gol. En el último instante, cuando ya se había dejado de creer, con el Cádiz CF entregado al ataque, Salinas aprovechaba un contragolpe para driblar a Aulestia y despertar a los amarillos del sueño. De nuevo, una pesadilla que no tiene fin.

Y eso que durante la mañana se rozaba la épica. El rugido de Carranza impresiona a cualquier bestia. No es tan fiero el león y menos sus cachorros. Con fe y con furia, con confianza y rabia, el Cádiz CF se lanzaba cual depredador indómito al acecho de su presa. La naturaleza pura del fútbol, competición y carácter más allá de clase, se desbordaba en un estadio entregado en busca de la proeza.

Salían los pupilos de Ziganda dispuestos a seguir ofreciendo su magistral lección. Pero no se encontraba al Cádiz CF de San Mamés. Actitud, esa actitud que brilló por su ausencia en tierras vascas salía a relucir invocada por las 20.000 almas de Carranza.

Claudio apostaba por una alineación atípica, si bien en estas finales donde prima la cabeza y el corazón sobre el juego no es cuestión de nombres sino de hombres. Buscaba frescura y la encontraba en pleno en la banda gaditana de Tomás y Hugo, a los que les duele este escudo tatuado en el pecho desde críos.

También aportaba una sobredosis de energía un Navarrete gladiador más fajador que nunca. Y con una furia incontenible el equipo amarillo cercaba la puerta de Remiro. Los centrales apretaban sin ceder un milímetro, y con esa intensidad llegaba el primer gol.

Gooool del Cádiz CF a los once minutos

De pizarra. Saque de banda desde la izquierda, Garrido peina y Jona mete la puntita de su bota para escorar el cuero lejos del alcance del meta vasco. Gooool. A los once minutos. Lo soñado por una escuadra que ansía la remontada.

El Cádiz CF interpretaba el guión bien trazado durante toda la semana. Intensidad sobre todas las cosas. Agresividad para amedrentar a los jóvenes alumnos de Ziganda, concentración máxima en defensa, velocidad por bandas y presencia arriba para soñar con la proeza.

Con esa renovada actitud el cuadro de Claudio generaba más sensación que peligro real. Hasta la tregua, Villar estrellaba muchas ilusiones en el larguero con un gran remate en el linde del área,, también después de un saque de banda. Y el de Cortegana se lanzaba a la piscina en la última acción, generadora de un contragolpe en el que Sabin detenía el tiempo en el estadio, pero la fortuna desviaba su disparo final.

Aparecía el merecido descanso. Porque el fuerte calor marcaba el choque y sería decisivo en el transcurrir del choque. A su vez tomaba protagonismo el colegiado, con decisiones que encrespaban a la hinchada local porque solían beneficiar al conjunto visitante.

Con el esperanzador 1-0 arrancaba el segundo asalto. El técnico manejaba alternativas en ataque, con Villar uniéndose en la delantera con Jona. Y curiosamente las principales ocasiones se creaban con saques de banda desde la izquierda y la típica jugada ensayada.

Ambos equipos comenzaban a mostrar signos de fatiga, pero lo acusaba peor el Bilbao Athletic. Después del cabezazo centrado de Navarrete, Villar se creaba una jugada clarísima de gol pero su inocente remate tras driblar al arquero lo despejaba un zaguero cerca de la línea de meta.

Este era el momento del Cádiz CF. Claudio retiraba a Hugo y daba entrada a Migue García, quien debía aprovechar con su velocidad y desborde el desgaste realizado por el gaditano. Kike reemplazaba a Navarrete. Más madera.

Pero más madera. La del palo que repelía nuevamente otro disparo de Villar. El Cádiz CF merecía el segundo y por tanto el empate en la eliminatoria. Los rojiblancos renunciaban ya al ataque mientras Migue y Villar acosaban por bandas aunque pecando de precipitación.

Airam entraba por Mantecón. El Cádiz CF creaba oportunidades pero Remiro respondía bien. Los cachorros no podían con sus botas y los amarillos tiraban de orgullo. En un final frenético, Aulestia desviaba lo justo el disparo de Salinas para que rebotase en el palo y de ahí a sus manos.

El bombardeo no tocaba la línea de flotación rojiblanca. El tiempo se agotaba, apenas quedaba esperanza. Y el premio se lo llevaban la joven camada del Athletic, que sentenciaba en la última acción del choque, previa al pitido final. Este año tampoco.
FICHA TÉCNICA

CÁDIZ CF: Aulestia; Mantecón (Airam, 84′), Josete, Servando, Tomás; Garrido, Navarrete (Kike Márquez, 68′), Villar, Machado, Hugo (Migue García, 61′); y Jona.

BILBAO ATHLETIC: Remiro; Lekue, Yeray, Unai Bilbao, Iriondo; Gil, Undabarrena (Etxeberría, 91′), Sabin Merino, Mikel, Seguín (Salinas, 75′); y Santamaría (Asier Villalibre, 82′).

GOLES: 1-0: Jona (10′); 1-1: Salinas (93′).

ÁRBITRO: Sergio Arias Ortiz (madrileño). Amarilla a Mantecón, Villar, Seguin, Lekue, Machado

INCIDENCIAS: Ramón de Carranza.

Joaquín.